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lunes, 10 de agosto de 2015

Crítica, El Delincuente

Hace tiempo se descubrió una raza de monos proveniente de latinoamerica capaz de escribir. No sólo eran capaces de escribir, sino que con su visión de la vida pudieron sorprender a los reconocidos escritores europeos. Desde este descubrimiento, la literatura latina ha tomado cierta influencia mundial y reconocimiento por sus logros. Ya sea por García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, Neruda. Pero antes de todos ellos, iniciando ente movimiento, Manuel Rojas.

Manuel Rojas fue un poeta y novelista chileno nacido en la ciudad de Buenos Aires en el año 1896. Ganador del premio Nacional de Literatura en el año 1957. Ha aportado con múltiples cuentos, novelas y ensayos a la literatura nacional. Su cuento El Delincuente es un relato publicado en El delincuente, el vaso de leche y otros cuentos en el año 1929, una antología de nueve cuentos que fueron los más conocidos por él.

El Delincuente nos relata la historia de dos hombres, que un día fuera del conventillo donde viven se encuentran con un borracho y un ladrón. Estos dos hombres deciden hacer lo correcto, en lugar de quedarse durmiendo acostados en su cama calentita, los llevan a la comisaria. En el camino del convento a la comisaría se van conversando y los cuatro hombres crean cierto lazo de amistad. Finalmente el ladrón y el borracho son entregados al inspector, y los hombres que los entregan quedan con un sentimiento de tristeza.

El texto está escrito con el característico tono de Manuel Rojas, coloquial para darle credibilidad al personaje que usa Rojas, y también algo elocuente elocuente, lo que choca con el aspecto coloquial del monólogo interior de sus personajes. Puedo suponer que esta característica de Manuel Rojas debido a su calidad de escritor y dueño de la literatura, lo que se le hace un poco difícil salir de ese estilo de escritura. Sin embargo, hay algo divertido en Rojas que en lo personal me gusta, similar a José Donoso, ambos escriben en “chileno” por decirlo de una manera, usando las jergas comunes de la zona lo cual lo hace más atractivo y cercano. Da una verosimilitud de las palabras y la caracterización de la persona de pueblo y extracto socioeconómico bajo, como lo son comúnmente sus personajes.
He visto muchos textos de Manuel Rojas, y muchos tienen una temática similar: la delincuencia, el alcohol, personas generalmente pobres que viven en las calles, sin embargo todos hablan dando un sentido nuevo a estas personas y rescatando el valor de lo humano. En El Delincuente, presenta de otra manera la enemistad que existe entre las personas honradas y corruptas, donde ambos pueden ser amigos según el contexto. Personalmente me gustan estos tipos de visión tan contemporánea, donde los personajes ya no son solo personajes y estereotipos, sino que son personas con rostro y un lado bueno y un lado malo. Este cuento nos deja pensar sobre lo que está bien y lo que está mal. Al conformar un amistad entre estos hombres se llega a pensar realmente no son tan malos, cuando se supone que lo son.

El Delincuente es uno de los tantos textos que nos dejó Manuel Rojas, un patrimonio de como Rojas veía a Chile en ese tiempo, al igual que todas sus obras. Describe como eran los escenarios y también las personas en ese entonces, divertidas, algunas honradas y otras no tanto, pero dejando así una visión de mundo muy cercana a la realidad. El típico chileno, se refleja en sus textos además de añadirle el toque de Rojas de manera poética.


Yo recomiendo leer a Manuel Rojas, tanto por ser una figura de la literatura chilena reconocida, como por sus conocimientos por la vida, tanto en el ámbito político como social, Rojas nos deja ese tipo de enseñanzas  dando algo bueno que leer y contar.


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