Para celebrar el aniversario número 100 del natalicio de Nicanor Parra, este blog ha decidido compartir con ustedes mis poesías favoritas de este tan célebre escritor:
El Primero, uno de los poemas que recuerdo de mi infancia, El Hombre Imaginario, que lo recité para un concurso en la escuela y desde siempre me ha gustado su significado c:
El Hombre Imaginario:
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario
Y este el Segundo, el poema favorito de mi padre, que siempre que puede y tiene la oportunidad, se luce recitándolo con pasión y alegría:
El Chuico y La Damajuana
El Chuico y la Damajuana
Después de muchos percances
Para acabar con los chismes
Deciden matrimoniarse.
Subieron a una carreta,
Tirada por bueyes verdes
Uno se llamaba ¡Chicha!
Y el compañero ¡Aguardiente!
Como era pleno invierno
Y había llovido tanto
Tuvieron que atravesar
Un río de vino blanco.
Tan bien se sentía el Chuico
Juntito a su Damajuana
Que el sauce llorón reía
Y el cactus acariciaba.
En la puerta de la iglesia
Hallaron al señor cura
Que estaba rezando un credo
Con un rosario de uvas.
Como no invitaron más
Que gente de la familia
El padrino fue un barril
Y la madrina una pipa.
Cuando volvieron del pueblo
Salieron a recibirlos
Un odre de vino blanco
Y un fudre de vino tinto.
Todo estaba preparado
Y para empezar la gresca
Un vaso salió a bailar
Un vals con una botella.
La fiesta fue tan movida
Y tuvo tal duración
Que según cuenta un embudo
Duró hasta que se acabó.
Nos vemos.
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